1.- NO PIERDAS LA CONFIANZA.
Algo fundamental en la vida de todo cristiano es la fe y la confianza en Dios;
He. 11:6 “ Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan.”
En la Biblia podemos encontrar muchos ejemplos de hombres y mujeres que no perdieron la confianza…
Podemos ver a,
• Abraham.
• Jose.
Hebreos 11: 32 “ ~ V qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando… de hombres y mujeres que a pesar de muchas cosas no perdieron la confianza en Dios.
Estos no eran superhombres, ni superdotados, eran hombres y mujeres como usted y como yo, sujetos a las mismas pasiones y debilidades, pero con una gran convicción de que el Dios en que habían creído estaba a su lado como Poderoso Gigante.
Hebreos 11: 33-40 “…conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batalla, pusieron en fuga ejércitos extranjeros…”
Ahora podemos pensar que estos hombres vivieron tiempos mejores y claro siempre tenían la victoria y hacían proezas, pero en realidad no siempre su vida fue fácil, ellos no solamente hicieron cosas grandes y heroicas,
He. 11:36-40 “Otros experimentaron vituperios y azotes, prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada, pobres , angustiados, maltratados, de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y las caverna de la tierra …
Mas sin embargo NO SE DIERON POR VENCIDOS, NO PERDIERON LA CONFIANZA.
Dios permaneció a su lado diciéndoles no se rindan, no se den por vencidos, no pierdan la confianza, acuérdense que son herederos de un gran galardón. Ustedes son solo extranjeros y peregrinos en esta tierra porque su ciudadanía esta en los cielos.
Por lo cual, Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos
Se avergonzara Dios de nosotros?, de nuestra fe?…
La palabra de Dios dice que “El justo vivirá por la fe.”
A lo mejor nosotros tenemos muchos errores y muchas fallas, pero si creemos en Dios con todo nuestro corazón y tenemos fe y confianza, podemos vencer todo obstáculo, porque el creer y confiar nos da esperanza y animo de seguir viviendo, de seguir luchando sin desmayar hasta el final.
Yo pienso que nosotros vivimos un evangelio fácil comparado con los antiguos cristianos. Nosotros tenemos todas las comodidades y todos los medios para que trabajemos para el Señor; las pruebas y tribulaciones que vivimos se ven pequeños comparados con lo que pasaron los antiguos, y es que DIOS PROVEYÓ ALGO MEJOR PARA NOSOTROS.
Debemos de tomar ejemplo de estos hombres y mujeres que siendo humanos igual que nosotros pudieron realizar tan grandes proezas y soportar tan terribles situaciones, que perdieron todo, pero no perdieron la confianza en su Dios, ni la esperanza de una vida mejor en los cielos.
Hebreos 12: 1-3. “Por tanto ,teniendo alrededor nuestro tan grande nube de testigos,
– despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia.
– corramos con paciencia.
– puestos los ojos en Jesús.
– considerad a aquel que sufrió…, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Gálatas 6: 9. “No nos cansemos pues, de hacer el bien, porque a su debido tiempo segaremos sino desmayamos.
Hebreos 12: 12. “Por lo cual..,
– levantad las manos caídas.
– y las rodillas paralizadas.
– haced sendas derechas.
– seguid la paz y la santidad.
2.- TENEMOS GRANDE GALARDÓN.
No hay nada que la agrade más a Dios sino el ver que sus hijos confían y esperan en él.
Y es por eso que nuestra confianza tiene un gran galardón, un gran premio que el Señor nos dará. Una corona de vida que recibiremos allá en el cielo, donde no habrá mas llanto, ni mas tristeza, ni mas dolor.
Es necesario que tengamos paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengamos la promesa.
1 Cor. 2: 9. “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, son las que Dios ha preparado para los que le aman.”
3.- LA PROMESA ES QUE ÉL VENDRÁ Y NO TARDARÁ.
“… porque aun un poquito v el que ha de venir vendrá y no tardara.”
Apoc. 22: 12. “He aquí Yo vengo pronto, y mi galardón conmigo…”
Esa es nuestra confianza que Jesús vendrá otra vez y nos llevará a morar con él por toda la eternidad.
Conclusión:
“No perdáis pues vuestra confianza…”
A pesar de pruebas y tribulaciones,
Rom. 8:35-39 “Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Si usted siente que ya no puede más, venga a Dios, eche toda su ansiedad sobre
él y confíe. Levantémonos como el pueblo de Dios y echemos fuera toda duda y desánimo.
Salmo 37: 3-5. “ Confía en Jehová y haz el bien, Deléitate asimismo en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él, y él hará.”
NO PIERDA LA CONFIANZA
¿Por qué debemos poner nuestra confianza en Dios?
¿Cuál es el mayor problema que tenemos los cristianos? Que hablamos muchísimo de Dios, pero no lo conocemos. En nuestro criterio, Dios es conforme lo imaginamos, de acuerdo con nuestra propia perspectiva. Y ahí está el error. El Señor en el que creemos es muy distinto del real, el Dios de poder que transforma, hace milagros y cambia las circunstancias.
Recuerde lo que enseñan las Escrituras: “Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación..”(Salmo 100:5. Nueva Traducción Viviente)
¿Qué debe mediar? La revelación del Señor. Dios debe revelarse a nuestra vida. ¿Y cómo lo logramos? Mediante intimidad con Él. La oración y el estudio sistemático de las Escrituras es un camino apropiado para conocerle como realmente Él es?
Cuando le conocemos en Su plenitud, podemos confiar en Él. Comparto con usted cinco razones para confiar en Dios que nos enseña el reverendo Charles Stanley:
Basándonos en el carácter de Dios, ¿de qué podemos estar seguros?
- Dios nos impartirá su misericordia. Al enviar a su Hijo a morir en nuestro lugar, el Padre celestial demuestra su amor por nosotros (Salmo 100:5; 1 Juan 4:10).
- El Señor nos ayudará a hacer lo que Él requiera de nosotros. Nos dará no solo la sabiduría espiritual para que podamos realizar las tareas que nos ha asignado, sino también el poder para llevarlas a cabo (Hebreos 13.21).
- Dios pondrá un límite a las tentaciones y a las presiones que permite en nuestra vida. Como artesano de nuestras vidas, Él sabe cómo moldearnos a la imagen del Señor Jesús (2 Corintios 4.8).
- Dios nos fortalecerá y protegerá para que no tengamos que claudicar o rendirnos. Aunque somos débiles, Él sabe cuán fuertes podemos ser cuando su poder está en nosotros (1 Corintios 10.13).
- Nuestro Padre celestial perdonará nuestros pecados. Él está listo para recibir nuestra confesión, perdonarnos y limpiarnos de toda maldad cada vez que acudamos a Él (1 Juan 1.9).
Además de estas bendiciones durante el tiempo que vivamos en este mundo, tenemos también bendiciones futuras de las que podemos estar seguros. Podemos tener la confianza de que la vida no termina cuando nuestro cuerpo terrenal muere (2 Corintios 5.8); que viviremos en el cielo para siempre; y que Jesucristo volverá un día.
La vida tiene, sin duda, experiencias dolorosas (Juan 16.33). Pero cuando los problemas nos opriman, pensemos en todas las razones por las que podemos depender de Dios.
Razones para confiar en Dios
¿En qué Dios hemos confiado? En la medida en que desarrollamos intimidad con el Señor, no solamente podemos conocerle sino, además, desarrollar confianza en Él. Es un proceso que se afirma progresivamente: intimidad con Dios asociada a conocimiento de Él.
El revendo Charles Stanley enseña cinco razones para confiar en Dios, que comparto con usted:
En nuestro mundo aquejado de problemas, las injusticias, los crímenes y la falsedad es lo que abunda en las noticias.
Sin embargo, tenemos un Dios cuyas acciones son perfectas y que es fiel a toda promesa que ha hecho. Recuerde que, como dicen las Escrituras, Él es el mismo “ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13.8). Podemos tener absoluta confianza en el Señor, porque Él es:
- Omnisciente. Nuestro Padre celestial sabe lo que le está sucediendo a cada persona en todo momento (Lucas 12.2, 3). Su conocimiento es total; no hay ninguna circunstancia que le sea desconocida, ni pensamiento que Él no discierna.
- Omnipotente. Dios tiene poder absoluto sobre todas las cosas; nada está fuera de su control. Él usa su poder para hacer su voluntad perfecta. Ninguna autoridad en el cielo o en la Tierra puede frustrar sus propósitos (Job 42.2; Mateo 19.26).
- Omnipresente. La totalidad del espacio y del tiempo están al alcance de su mirada (Salmo 139.7-12).
- Veraz. Dios no puede mentir; Él dice siempre la verdad. Podemos confiar plenamente en su Palabra y en sus respuestas a nuestras oraciones.
- Amoroso. Podemos también tener confianza en las intenciones del Señor, porque su carácter es el amor absoluto (Romanos 8.28; 1 Juan 4.8).
La naturaleza de Dios no es afectada por el tiempo, el lugar, las personas o las circunstancias. Él nunca se equivoca en lo que dice o hace, porque su conocimiento es perfecto. Su soberanía es total, y todo está al alcance de su mirada. Cada promesa está garantizada en Jesucristo (2 Corintios 1.20). Él es Aquel en quien podemos contar cada día de nuestra vida. ¡Aleluya!